lunes, 12 de octubre de 2009





No hay triunfo sin renuncia, victoria sin sufrimiento, libertad sin sacrificio.

miércoles, 7 de octubre de 2009



Querido amigo:
Quizá te preguntes el motivo de mi carta, quizá no le encuentres ningún sentido, quizá, quizá…
Lo cierto es que HOY, más que nunca, necesito hablarte, necesito que me escuches. Lo necesito.
Hace poco, te conocí. Ya desde el principio me pareciste alguien con buen rollo, sentí ese FEELING…, ya sabes a que me refiero, ¿no? Sentí que de un momento a otros seríamos eso, amigos.
Y es por ello por lo que estoy aquí. Para las maduras, pero también para las duras. Para las buenas, pero también para las malas. Porque en eso consiste la amistad, ¿no? Hoy por ti, mañana por mí.
Quiero darte las gracias por esas risas, por esos consejos, por esos momentos de “compromiso” en los que tanto te gusta meterme, por esos recreos juntos, porque me escuchas, porque estas ahí. En definitiva, por ser mi AMIGO.
Recuerda siempre, que aquí estaré cuando lo necesites. Ahora toca ser fuerte, y es lo que seremos, FUERTES.