miércoles, 3 de noviembre de 2010

Trazos de cielo

Respiras. Con cada inspiración tu pecho sube, sube para luego bajar en la letanía de un suspiro. Haces un esfuerzo, ya queda poco, las agujas de los pinos entretejidas allá en lo alto ya dejan verse trazos de cielo. Continuas aferrándote a cada roca, viendo como tus fuerzas flaquean mientras tú sólo piensas en llegar a la cima donde descansar. De súbito te paras y miras a tu alrededor. !Cuánto has subido! !Cuán lejos queda ya el suelo! !Cuán solo puede llegar a sentirse uno en el camino! Sigues subiendo. Ahora las ramas no son más que una sombra difusa que se pierde con cada esfuerzo. Al fin estás arriba. El viento susurra una suave canción, te eriges y abres los brazos. Sientes como el viento acaricia tu cara y se resbala por tu pelo. Respiras. Con cada inspiración tu pecho sube, sube para luego bajar en la letanía de un suspiro. Entonces poso mi mano en tu hombro. Asustado te giras y me dedicas una sonrisa. Estoy aquí, no siempre lo he estado, pero Sí siempre lo estaré.